Wanderlino
Arruda
Montes
Claros, estación de las
flores, tiempo de belleza y belleza
colorida. Plazas y avenidas, iluminadas
de rojo anaranjado y al amarillo
oro de los flamboyanes verde esmeralda.
Las plazas Docltor Joao Alves,
Doctor Carlos, Doctor Chaves,
Doctor Honorato... Plazas y avenidas
Coronel Ribeiro, Coronel Prates,
Joao Catón, Geraldo Ataide,
Dulce Sarmento, calle Coronel
Francisco José Souto, nuestro
antiguo Callejón del pequi;
por todas partes, un granero bendito
de flores de la acacia amarillo
claro. Todo bonito, lindo de morir,
maltratándote...
Vale
la pena visitar Montes Claros,
siempre valió, como explica
Waldemar de Oliva Brandão,
nostálgico y apasionado
montesclarense de Brasilia.
Pero,
vale mucho más visitar
Montes Claros, ahora en este medio
de la Primavera, con el superávit
de verde, cargado de Iluvia y
de brilho, hojas barnizadas y
movidas por la brisa o por el
viento bien comportado.
Todo
aquí, para quien le gustan
las plantas, está agradable,
muy agradable, más que
simpre, gracias al trabajo de
la Administración Municipal
viene realizando con todos los
jardines, hecho que , aunque fueso
aislado, ya merecería nuestro
aplausos. Mejor dicho, es bueno
que el alcale Toninho, el secretario
Wanderley Fagundes y todos los
que trabajan directamene en Urbanismo
continúen con ese loable
amor a las plantaciones, haciendo
la ciudad cada vez más
grata a los ojos y al corazón.
Pasando
por la plaza Doctor Carlos, de
una ojeada en las tamereias lector.
Allá están ellas
verdacitas, imponentes, con sus
buchas de dorado oscuro, repartidos
en profusión, como era
del agrado de Jair Oliveira, Mario
Veloso, como el del agrado de
Haroldo Livio y la Novaisinho.
Por suerte, también la
buganvilla blanca, escenario y
techo de los fotógrafos
ambulantes, allá está
segura y florida como guirnalda
en tarde de fin de noviado y principio
de matrimonios. Por suerte, allá
están las aralias, los
imbeses, las dracenas, los rosales,
hasta el tapete de césped
de verde inglés. Todo brasileño,
muy brasileño.
Existem
otros lugares bonitos, en esta
ciudad, que uno precisar ir para
ver buganvillas de todos los colores.
Donde hay más es en el
barrio Todos os Santos y en Jardín
São Luiz. Lindas: amarillas,
rosas, moradas, blancas, color
de guayaba, lilas, casia azules.
No deje de ver, es bueno para
la salud mental otro lugar bonito
lo está siendo la avenida
Mestra Fininha, de subida vistosa
como una vía romana en
la base de la colina. Allá
los jardines están majestosos
e insinuantes, principalmente
los de Escuela Nornak, kis de
doña Iede están
casi salvajes, tropicales, grandiosos.
Una belleza de verse los de José
Levy, doctor Rametta, María
de Jesús, Elias Siuffi;
un encanto la visión de
los barrios Morada do Sol e Ibituruna
¡Vaya allá!
Venga
lector, venga a ver Montes Claros.
Pero venga anes del final de la
Primavera. Venga a ver una ciudad
bonita, nuestra ciudad. Los que
estén en casa, salgan a
la calle. Los que estén
en otros lugares, lejos, cerca,
corran para acá, vengan
corriendo.
¡Les
estamos esperando!...